Tribuna de opinión – Renaud Ghia, Presidente de Tixeo

El final del año fue rico en anuncios sobre la nube y el deseo de los políticos de aumentar las subvenciones vinculadas a ella. El 2 de noviembre de 2021, Cedric O (Secretario de Estado de Economía Digital en Francia)  presentó el plan industrial de apoyo al sector francés de la nube, con un presupuesto de 1.800 millones de euros. El 10 de noviembre, la Unión Europea anunció que inyectaría 1.980 millones de euros en la «Europa digital» en 2022. Así que muchas noticias positivas para el futuro de la nube en Europa: pero cuidado con establecerla como única infraestructura y olvidar el modelo tradicional basado en la compra de licencias de software (On-Premise). De hecho, en paralelo al uso masivo de la nube, está claro que el modelo On-Premise tiene un brillante futuro por delante.

El mercado de la nube sigue creciendo

Desde hace muchos años, el modelo de la nube es una forma popular de alojar soluciones. Según IDC, todo el ecosistema de la nube, más allá de la nube pública, tendrá un valor de más de un billón de dólares en 2024. Ofrece muchas ventajas en cuanto a la gestión de los costes de implantación, actualización y mantenimiento. Por estos motivos, la mayoría de los servicios de videoconferencia han migrado a la nube de forma masiva.

Al mismo tiempo, los editores que ofrecen la compra de licencias son cada vez más escasos. ¿Por qué los clientes siguen utilizando este modelo, que se percibe como engorroso de implantar, anticuado, costoso para la empresa y que requiere conocimientos internos? Tantas desventajas, y no la menor, a primera vista…

Para responder a esta pregunta, es esencial recordar que, digan lo que digan algunos líderes de la nube, el modelo On-Premise no es del todo malo. Por el contrario, sigue creciendo y hoy ofrece a las empresas, como ningún otro modelo, la posibilidad de mantener el control sobre la seguridad, la confidencialidad y garantizar el respeto y la integridad de los datos personales. En algunos casos, incluso puede ser requerido por entidades que rechazan categóricamente el alojamiento en una nube cuyos parámetros no controlan.

El modelo On-Premise es atractivo

La empresa que integra una solución in situ tiene un perfecto control sobre su instalación, que puede personalizarse utilizando los directorios, certificados o servidores de correo de la empresa. Por supuesto, no siempre es fácil desplegar una nueva solución en sus propios servidores, pero algunos editores facilitan este paso ofreciendo procesos de instalación simplificados o actualizaciones automáticas.

La seguridad es otra de las razones por las que tanto los actores privados como los públicos optan por este modelo. Se trata de una condición esencial, que también se busca en las soluciones cotidianas, sobre todo después de los diversos ciberataques a las videoconferencias que se han producido en los últimos años. Una organización que integra una solución en el corazón de su sistema de información conserva el control total sobre ella y también puede elegir si la abre o no a Internet. Este modelo permite a la empresa establecer con precisión el nivel de seguridad que considera adecuado.

Además, alojar un servicio internamente significa conservar una autonomía total sobre el almacenamiento de sus datos. Una empresa que no depende de un tercero conserva el pleno control de su estrategia tecnológica sin depender de otra entidad, un importante argumento empresarial en un momento en que la opinión pública europea está cada vez más atenta a estas cuestiones. No siempre es fácil saber exactamente qué garantías ofrece una empresa de alojamiento en la nube (generadores de reserva, red redundante, soporte, etc.). En algunos casos, es mejor ser atendido por uno mismo.

El almacenamiento de la información sin pasar por un tercero también garantiza el pleno cumplimiento del RGPS y ofrece total transparencia a sus usuarios sobre el uso de sus datos personales. De este modo, la empresa tiene una visión clara de las diferentes operaciones de tratamiento de datos y no necesita negociar o incluso hacer concesiones que puedan poner en peligro su estricto cumplimiento de la ley.

Hay que tener en cuenta que no es necesario adoptar una visión maniquea en su estrategia de alojamiento: algunos departamentos pueden decidir no confiar en una única infraestructura y optar por soluciones híbridas.

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La nube híbrida como alternativa

A medida que las empresas de todo el mundo empiezan a dar prioridad a la reducción de costes de infraestructura, muchas han empezado a considerar las ventajas del modelo híbrido. Este enfoque, que combina dos o más tipos de entornos (nube pública y/o privada e infraestructura local), es la solución ideal para muchas empresas.

Una solución On-Premise no requiere necesariamente un servidor instalado físicamente en el corazón de la empresa: los servidores privados en la nube son una de esas alternativas. Algunos editores permiten almacenar datos y servicios en una nube privada. El cliente se beneficia entonces de un alojamiento dedicado, gestionado por el editor, eliminando así todos los pasos de despliegue y mantenimiento que pueden llevar mucho tiempo. Al igual que en un modelo con una instalación en un servidor local, es posible entonces utilizar los directorios, certificados o los propios servidores de correo de la empresa.

Sería un error considerable considerar obsoleto el modelo On-Premise, verdadero garante de nuestra soberanía digital. Por el contrario, la seguridad que proporciona nunca ha sido más importante. En un momento en el que Estados Unidos ha anunciado su apoyo al Llamamiento de París del 11 de noviembre de 2021 por la confianza y la seguridad en el ciberespacio, en el que las amenazas siguen creciendo, y en el que la nube europea (que el autor de estas líneas apoya) se desarrolla a gran velocidad, es imprescindible reconsiderar el alojamiento on-premise como imprescindible para garantizar la seguridad e independencia de ciertas actividades esenciales para nuestra economía y para el funcionamiento del Estado.